Puede que pienses que no necesitas un seguro de viajes, que no tendrás ningún problema, pero pueden suceder distintas situaciones en las que estas coberturas te ayudarán.
Si durante tu viaje tienes un accidente un seguro de viajes pagará toda la atención que necesites. Puede ser algo pequeño como una caída, intoxicación o algo más grave. En casos de enfermedad la póliza también responderá.
Además, un seguro de viajes podrá reembolsarte el dinero en caso de que pierdas el vuelo, retrasos, reprogramaciones o pérdida de equipaje.
Asegúrate de leer bien las coberturas del seguro de viajes que contratas. Pueden haber exclusiones, por ejemplo, actividades de alto riesgo, problemas de alcohol o condiciones preexistentes.
Aparte, recuerda que hay países cuyas condiciones de ingreso para turistas incluyen que la persona tenga un seguro médico para viajes internacionales contratado. Y hay otros donde la sanidad es muy costosa, así que es mejor ir con una cobertura.